El Limonero: Evacuando al impostor
Lección 10: Técnicas para desahuciar al impostor
Hola,
Esta semana os escribo desde Kerala, India, donde estoy participando en mi primer festival de literatura fuera de mi país para lanzar mi nuevo libro, The Anti-Procrastinator, con Penguin Random House.



Está siendo una experiencia increíble y voy a dedicarle su propio Post pero quería compartir estos momentos con vosotros en vivo y enviaros un pedacito de la India directamente a vuestro buzón.
Me parece surrealista estar aquí como autora y todavía me estoy pellizcando. Casualmente, el tema de hoy es el síndrome del impostor…
Evacuando al impostor
El Limonero es la versión española de The Lemon Tree Mindset. Son las 19 lecciones prácticas que me ayudaron a emprender un nuevo camino como autora y public speaker, dejando atrás el mundo corporativo.
Estos artículos hablan principalmente de la mente y complementan mi contenido de estrategia para crecimiento y monetización.
Aquí tienes los anteriores (GRATIS):
1 y 2. Pasiones, Superpoderes y Potential
3. Creando Cambio De Forma Intencional
4. Quieres Un Cambio Pero No Sabes Por Dónde Empezar
5. Aplicando La Ingeniería inversa al Mundo Creativo
6. El Poder Del Lenguaje Afirmativo
7. Aplicando La Técnica de Visualización
8. Sueños de Gigante Pasito a Pasito
Da vértigo.
Escribir un libro, colgar un vídeo online, hablar en público, hacer tu primer triatlón.
Todo intimida cuando lo haces por primera vez. Todo.
El diccionario lo llama vulnerabilidad. Te expones a la crítica ajena y las dudas e inseguridades penetran por las grietas como goteras impertinentes en las casas de campo.
La buena noticia es que a nadie le importa.
Cuando empiezas un nuevo proyecto, ya sea un negocio o escribir online, la mayoría de la gente no se fija en ti porque están demasiado ocupados con lo suyo.
Eres el novato, y nadie está pendiente de tus partidos en la décima quinta división.
Puedes fallar el penalti sin portero, meter un gol en contra o hablar con la pared y nadie se inmuta. No hay presión externa ni expectativas. El “a nadie le importa” es un buen palco para practicar porque te da libertad y flexibilidad. Aprovéchalo.
Tu mayor enemigo no está en las gradas - eres tú mismo: tu miedo al rechazo, al qué dirán, a la crítica ajena o peor aún, a la de la gente cercana.
El enemigo común
En 2022, hice un curso de marca personal con Petra Zink, una estratega digital con 25K+ seguidores en LinkedIn.
Éramos 8 miembros, la mayoría ejecutivos o empresarios con más de 10 años de experiencia y en una de las primeras sesiones, Petra nos preguntó tocó qué es lo que nos frenaba a la hora de crear nuestra marca personal. Y ahí es cuando nos cambió la cara y se empezó a calar entre las grietas: el miedo.
"Me da vergüenza que la gente me juzgue y me critique.”
"Me intimida lanzar algo y que sea un fracaso.”
"Me da miedo que nadie aprecie mis ideas."
"No quiero hacer el ridículo en público.”
El miedo que tú mismo creas es el enemigo número uno.
Puede llegar a paralizarte antes de dar el primer paso y poco favor te va a hacer.
Pase lo que pase, la gente siempre tendrá una opinión, y las habrá negativas. Si estás de bajón, echa un vistazo a las reseñas de una estrella de los Bestsellers en Amazon. No escapa ni Shakespeare.
Es probable que tu proyecto fracase. No será el primero ni tampoco el último pero cada derrota se convierte en un trofeo de experiencia.
Es posible que cuando empieces te sientas invisible pero eso no significa que no aportas valor. La gente no aprecia los ladrillos nis los morteros pero son necesarios para tener una base sólida sobre la que construir.
Al emprender algo nuevo, te darás de cara con el impostor que se ha alojado en tu mente sin renta ni contrato convenciéndote de que necesitas más títulos y más conocimiento y de que no eres suficiente.
Aunque resulte incómodo, esos sentimientos son la luz verde que te indica que estás saliendo de tu zona de confort y entrando en la de crecimiento.
La buena noticia es que solo te sientes como un impostor hasta que haces algo por primera vez. Una vez que lo haces, marcas esa casilla con puño firme y tinta de experiencia.
Te sentirás como un impostor hasta que des tu primera charla.
Te sentirás como un impostor hasta que publiques tu primer libro.
Te sentirás como un impostor hasta que lances tu primer producto.
El impostor no se va solo; hay que desahuciarlo con tus acciones.
Mi historia
La primera vez que hablé en un podcast, en 2022, me intimidada la idea de un público imaginario que me criticaba detrás de la pantalla. Esos trolls invisibles conocían mis defectos y me desmascaraban - sabían que yo no debía estar allí.
Mi episodio no fue perfecto pero marcó un antes y un después porque me dio confianza en mí misma.
A raíz del mismo, hablé en más de 100 podcasts y entrevistas a lo largo de dos años. Siguen sin ser perfectos, pero hoy lo hago con naturalidad, muchas veces sin guión ni preaviso porque la práctica me ha dado tablas y soltura.
Igualmente, cuando empecé a escribir, no me atrevía a presentarme como escritora ni a identificarme como tal. Aun habiendo publicado más de 100 artículos, me desmerecía con el lenguaje por miedo a parecer un fraude.
“No soy escritora de verdad.”
Hasta que un día decidí desafiar al impostor…
Añadí “autora” en mi firma y en mi biografía y me apoderé de mi nueva identidad.
Jaque mate.
Esas primeras veces, si bien patosas e imperfectas te cambian la vida porque expanden tu mente rompiendo moldes y barreras y haciéndote ver que eres capaz de eso y de mucho más.
Ejercicio
Hoy comparto un marco para evacuar al impostor:
1. Escribe la lista de tu miedo personal.
2. Crea un plan de acción para superarlo.
3. Establece un plazo específico.
Aquí tienes unos ejemplos:
Si quieres lanzarte como coach:
Miedo: No me siento preparada para exponerme en público.
Acción: Anuncia tus servicios en público (redes, newsletter, amigos)
Plazo: 2 semanas.
Si quieres consolidarte como autor o escritor:
Miedo: No quiero parecer un fraude.
Acción: Actualiza tu perfil y tu firma digital en todas tus redes sociales.
Plazo: 24 horas.
Si quieres empezar a hablar en público y hacer lives:
Miedo: No tengo soltura en público.
Acción: Envía un correo a tus suscriptores con la invitación a tu sesión.
Plazo: 48 horas
Asegúrate de establecer un plazo corto para crear un sentido de urgencia y anuncia tu propósito en público para tomar las riendas de la responsabilidad.
Yo suelo establecer un plazo para tomar acción entre 24 horas y 1 mes (dependiendo del proyecto) para para no dejar que los buenos propósitos se pierdan en el horizonte temporal.
Limones y Limonada 🍋
Aquí te paso recursos para desarrollar tu ecosistema digital y monetizarlo. Puedes hacerte Suscriptor Premium para acceder a todo el contenido:
📝 Un Post: Lanzamiento De Mi Nuevo Libro Con Penguin Random House
🎥 Un vídeo: El Poder del Hero Post en Substack [86 Suscriptores con 1 Post]
🎬 Un webinar: Taller de Amazon para publicar tu primer libro (Grabación de 56 min)
🎤Una Entrevista: No te pierdas mi colaboración con
de ESCRIBE PRO.
Me encanta tu protocolo para expulsar al impostor ^^
A veces también me encuentro con mucha gente con miedo al qué dirán (sus familiares, conocidos, compañeros de trabajo...), quizá para ellos sería bueno hacer el ejercicio de exponer de forma abierta por qué están publicando lo que publican y siendo ellos mismos los que rompen el hielo.
¡Con muchas ganas de esa entrevista!
Diste en el clavo, Verónica.
La mayoría tiene síndrome del impostor porque está más preocupada de lo que pensarán los demás que de construir algo cojonudo.
Y no se da cuenta de que a los demás les da exactamente igual lo que hagas.
Es como el que no va al gimnasio por vergüenza de su físico, cuándo los demás siquiera lo mirarán.