Mi experiencia creando una comunidad de pago de 250 miembros
Mente, Estrategia y tácticas para crear tu comunidad
Hoy en día, hacer crecer tu comunidad es casi imposible. Los colegas Zuckemberg y Musk no te lo ponen nada fácil y te hacen creer que tú eres el creador cuando en realidad eres su producto: dólares publicitarios.
Me ha costado lo suyo pero hoy te cuento la estrategia que me ha ayudado a construir mi comunidad de más de 11 mil suscriptores, 250 miembros de pago y 75 Miembros Fundadores (Substacks en inglés y español combinadas) y generar más de 20 mil dólares al año en membresías.
Una comunidad de pago próspera tiene tres elementos de peso:
Comunidad: Un grupo de personas unidas por un hilo común.
Próspera: Sus miembros logran o ganan algo positivo (tangible o intangible).
De pago: Genera ingresos sostenibles.
Antes de ir al grano, una historia personal.
En 2022, estaba atrapada en el extranjero durante la pandemia y terminé en Australia con mis dos hijas. Estaba lejos de mi marido, sin trabajo ni amigos. Cuando dejaba a las niñas en la guardería, las mañanas se hacían largas y aburridas.
Un día, decidí unirme al Gold Coast Run Club. Además del objetivo obvio de correr, quería conocer gente, y ser parte de algo: una comunidad.
Una mañana me acoplé con una prueba gratuita. El grupo fue súper amable y acogedor; además de los tips de coaching, me gustó el ambiente y en seguida encajé con los Aussies.
Me hice miembro y acabé entrenando con ellos durante todo el año. Después del entrenamiento, nos juntábamos para el café y teníamos un grupo de WhatsApp. Unos meses después, corrimos una media maratón juntos en Noosa con parejas y familia como animadores. Me hice amiga de una italiana llamada Mara, y aún seguimos en contacto aunque me mudé de vuelta a Hong Kong.
Esta historia no habla de lead magnets, embudos de ventas ni buyer personas, pero tiene todos los elementos de una comunidad: buen rollo, objetivos comunes, diversión, amistad… y personas, conexión real entre personas.
A veces complicamos las cosas, pero con un poco de perspectiva y pensamiento lateral, nos damos cuenta de que las respuestas están delante nuestro.
1. Una comunidad
Una comunidad es un grupo de personas unidas por algo en común: un interés, un objetivo, una ideología, una creencia, una identidad…
Los clubs de lectura conectan a las personas por su pasión por leer (interés).
Las iglesias reúnen a sus feligreses a través de la fe (creencia).
Toastmasters agrupa a ponentes que quieren ser mejores oradores (objetivos).
Los grupos de madres se unen por la experiencia de la maternidad (identidad).
El primer paso es identificar la visión de tu comunidad y el denominador mágico que unirá a tu gente.
Si te cuesta hacer crecer tu comunidad, la raíz del problema suele ser la falta de claridad: aún estás definiendo tu visión, te diriges a todo el mundo, cambias de tema constantemente o hablas de demasiadas cosas a la vez.
“Si no puedes explicarlo de forma sencilla, es que no lo entiendes lo suficiente” - Albert Einstein.
¿Cuál es el denominado común de tu comunidad?
¿Quiénes son sus miembros ideales?
Aquí tienes algunos ejemplos de algunos de mis Miembros Fundadores:
tiene una comunidad de gente interesada en crear Negocios Digitales. usa su publicación Cartas desde mi Ikigai para reunir a fans de la filosofía Ikigai. usa el poder de las odas para ayudar a la gente a conectar con otros y con sí misma.→ Define tu comunidad en una frase.
2. Una comunidad próspera
Anuncio de megafonía:
Una audiencia no es lo mismo que una comunidad.
Muchos creadores confunden grandes números con una comunidad, pero no necesitas un ejército para tener un impacto. Un pequeño grupo de 50 personas conectadas y en sintonía tiene más fuerza que un porrón de seguidores que dejan comentarios de IA parafraseando tus ideas.
Cuando The Lemon Tree Mindset empezó a crecer exponencialmente a mediados de 2024, tenía números y una “audiencia”, pero era una calle en sentido único. Estaba encantada con mi crecimiento, pero de repente me encontré con un problema de 2,000 personas.
¿Y ahora dónde los meto a todos?
Hasta ese momento, hablaba de “comunidad”, pero era una cáscara vacía. Era yo, enviando mi limonada semanal a una lista de correos y recibiendo algunos “likes”.
Segundo anuncio de megafonía:
Una newsletter tampoco es una comunidad.
Me di cuenta de que tenía que pasar de un enfoque centrado en mí (lo que creo yo) a uno centrado en el grupo (lo que co-creamos) y evolucionar del “yo” al “nosotros”.
Empecé a experimentar basándome en mis vivencias como miembro de varias comunidades: grupos de mamás, club de triatlón, comunidad de ponentes…y fui traduciendo esas experiencias para mi propia comunidad:
Los Talleres mensuales se han convertido en un canal para acercarme a mis miembros y crear diálogo y conversaciones en dos sentidos.
El chat de grupo ha evolucionado en un foro donde la gente pregunta, comparte, celebra y colabora a diario. Como el bar del pueblo.
Las sesiones de MasterMind ofrecen a mis Miembros Fundadores una experiencia VIP y un espacio para debatir sobre estrategias digitales. Mi intención es lanzarlos en El Limonero cuando crezca.
Estos son solo algunos ejemplos, pero estoy constantemente dándole vueltas para crear un espacio donde mis miembros prosperen ya sea aprendiendo, inspirándose de otros o conectando.
Una comunidad no se mide por tu tamaño, sino por su profundidad.
¿Estás creciendo una newsletter o estás desarrollando una comunidad?
¿Qué puedes ofrecer para pasar del “yo” al “nosotros”?
Deja tu ego a un lado. Tu objetivo es renunciar al papel protagonista y convertirte en el motor de tu comunidad.
→ Identifica los pilares de tu comunidad.
3. Una comunidad de pago próspera
He tardado 2.5 años en llegar aquí. Es un viaje largo y no conozco atajos pero tengo algo de rodaje y te puedes subir al carro.
Cuando no puedes vender un producto o servicio, suele caer en uno de estos escenarios:
No es relevante.
No es claro.
Si no es ni claro ni relevante, Houston, tenemos un problema.
Cuando las ventas no despegan, muchos creadores recurren a descuentos por defecto, pero el precio rara vez es el problema.
Si no creo que algo me va a aportar valor, no lo quiero. Hacerlo más barato o gratis no me hace quererlo y además ahora me parece barato.
La buena noticia es que puedes solucionar ambos:
Sobre la relevancia
Para que algo sea relevante, deja de adivinar y pregunta a tus suscriptores.
Mi próximo webinar será sobre cómo hacer crecer una comunidad vibrante de pago, no porque yo lo elegí, sino porque mis miembros votaron en una encuesta.
Antes de lanzar un grupo de coaching, prueba el terreno con un correo, una encuesta o el chat de grupo para medir el interés y tener feedback.
Antes de desarrollar un curso completo, haz un anuncio con un prototipo y valora la respuesta de tus miembros.
El año pasado, antes de crear mi guía digital Personal Brand Studio, publiqué un Post en Substack para medir el interés. Tres suscriptores se hicieron premium antes de que creara la primera lección. Solo entonces desarrollé el producto.
Planta la semilla primero.
Sobre la claridad
Una vez que tienes claro qué ofreces, tienes que traducirlo al lenguaje de tus lectores.
Pasa de hablar de características a beneficios, de transacción a transformación y, por favor, elimina los tecnicismos y las palabras rimbombantes.
Luego, difunde tu mensaje en múltiples puntos de contacto en tu ecosistema para que sea visible.
No esperes ni asumas que tus lectores van a investigar lo que ofreces.
En El Limonero, hago auditorías regulares de mis puntos de contacto para mejorar:
Recientemente añadí un video introductorio a mi email de bienvenida para explicar el valor de mi comunidad.
Cada semana actualizo el encabezado y pie de mis emails según lo que es más relevante para mis miembros.
Cada mes reviso mis planes de suscripción y juego a Mr. Potato, poniendo y quitando para ser más clara o relevante.
Uso Notes a diario y dejo que la gente eche un vistazo a mi comunidad con selfies y testimonios. Sí, quiero crear ganas porque realmente creo en lo que estoy construyendo.
También me asocio con colaboradores para apoyarnos mutuamente y promocionar nuestro trabajo.
→ Revisa tu oferta para asegurarte de que es clara, relevante y visible.
La visión panorámica
Cuando me atasco con algo en la vida, ya sea personal o profesional, doy un paso atrás y miro la foto completa.
Es difícil encontrar una solución cuando estás dentro del problema.
Esta es una invitación para tomar distancia y volver a lo básico.
Observa tus comunidades favoritas. Fíjate en cómo operan, qué las hace exitosas y cómo atraen a nuevos miembros mientras fidelizan a los existentes.
Y luego vuelve a tu comunidad con una mente crítica, abierta y constructiva:
→ (Re) define tu propuesta de valor en una frase.
→ Identifica los elementos clave que aportan valor a tus miembros.
→ Revisa tu oferta para hacerla clara, relevante y visible.
Y recuerda, una newsletter es un negocio de personas primero.
Limones y Limonada 🍋
Aquí tienes más recursos para crear tu comunidad:
🎬 Taller de junio: Cómo crear una comunidad próspera de pago
🗓️ 25 de junio: 9am Londres | 10am Madrid (grabación disponible después)
Exclusivo para Suscriptores de Pago.
🎓 Curso de Substack 360: Ya tengo 60+ alumnos en inglés/ español!
Aprovecha el descuento de lanzamiento hasta el 30 de junio:
25% para suscriptores gratis || 40% para suscriptores de pago.
Me ha encantado eso de jugar a Mr. potato con tu oferta, jaja
Súper interesante y aprovechaveble todo lo que dices sobre las comunidades. Gracias por tu generosidad en compartirlo.
"Es difícil encontrar una solución cuando estás dentro del problema": ¡Tal cual!